Mimi Lauter en su estudio en Los Ángeles, cortesía de la artista y Mendes Wood DM, São Paulo, Bruselas, París, Nueva York. Fotografía de Katie Shapiro
Mimi Lauter (n. 1982, San Francisco, CA, EUA) vive y trabaja en Los Ángeles. Su obra se caracteriza por vibrantes óleos y pasteles suaves sobre papel, creando narrativas abstractas ricas en textura a través de campos de color saturado, estratificados y esculpidos. Su arte se nutre de la mitología, la literatura, la política, la memoria personal y los sueños de explorar la relación entre la imagen y la existencia. Su jardín es una fuente constante de inspiración, un “mural épico” siempre cambiante que refleja su proceso creativo. El uso que Lauter hace de los pasteles evoca el acto de esculpir, ya que construye y talla capas de color para producir superficies táctiles y expresivas. Su trabajo navega la tensión entre el paisaje y la naturaleza muerta, donde la naturaleza muerta simboliza la mortalidad y el paisaje encarna el potencial de la vida, guiando a los espectadores entre experiencias grandiosas y momentos íntimos y personales. Visitamos a Mimi en su estudio en Los Ángeles, en agosto de 2024.“Ahora, mis conceptos son más abstractos y se centran en la sensación de la pintura en sí, como una especia de experiencia religiosa”.
¿Hubo un momento específico en que supiste que serías artista?No creo que haya sido un momento concreto, porque es algo que he hecho toda mi vida. Siempre hubo arte en nuestra casa. Siempre estuve rodeada de objetos, arte, las pinturas de mi madre y la colección de mi abuelo. No fue tanto la idea de “Oh, voy a convertirme en artista”. Simplemente, siempre lo fui. Cuando tenía trece años, más o menos, tomé clases en el Instituto de Arte de San Francisco. Un profesor me dijo: “Sabes, puedes convertirte en artista”. Y pensé, “cierto”, y decidí que era artista.




Mimi Lauter en su estudio en Los Ángeles, Fotografía de Andy Butler
¿Cómo ha evolucionado tu trabajo con el tiempo?Hubo un gran cambio cuando comencé a trabajar con pasteles en la universidad. Aunque ahora principalmente hago pinturas al óleo, los pasteles se convirtieron en un enfoque importante por un tiempo. También hubo un cambio alrededor de 2014 o 2015, cuando mi trabajo pasó de un enfoque plano a uno más pictórico. Esto se debió a una comprensión más profunda del material. Empecé a hacer trazos más gruesos, pensando en qué tipo de pinceladas usaría si estuviera pintando, aunque estuviera usando barras de pastel. Fue una revelación para mí. Es importante que los artistas tengan fases en las que estén descubriendo cosas. A veces el trabajo no es el más fuerte, pero es crucial para el desarrollo. Ahora, mis conceptos son más abstractos, enfocados en la sensación misma de la pintura como una especie de experiencia religiosa, sin necesidad de una historia o explicación. Antes sentía la necesidad de explicar mucho, pero ahora solo quiero experimentar más. Cuando estás viendo una pintura, en lugar de esforzarte tanto por obtener una explicación clara, simplemente deja que te muestre de qué se trata. Y creo que por eso hablo tanto de espiritualidad, porque es casi como una versión secular de eso. Comienzas con algún tipo de concepto, con una idea. Tienes que inspirarte en algo. Pero al trabajar en ello, siempre hay un punto en la pintura donde decide no ser lo que querías que fuera. Puedes luchar contra eso o aceptar y preguntar: “¿Qué quieres de mí?”, y entonces estás al servicio de la pintura. Eso es algo que creo que todos los buenos pintores experimentan, ese obstáculo. Si puedes superarlo, puedes hacer una gran pintura. Si no lo superas, te quedas atrapado en un espacio aburrido.






Gardens of Human Nature, Mimi Lauter, 2023, Óleo pastel y pastel suave sobre papel, Tríptico, 215.9 x 152.4 cm (cada uno), Imágenes cortesía de Mimi Lauter / Mendes Wood DM
¿Podrías contarnos más sobre tu pieza “Gardens of Human Nature”?(parte de la Olivia Collection) “Gardens of Human Nature” también fue el título de la exposición donde mostré esa pieza por primera vez, y era la principal. Creo que la pintura se trata, en última instancia, de tratar de entender la naturaleza humana. Ese es realmente el objetivo. Cualquiera que sea el “tema” de una pintura -esa palabra horrible- todos los artistas y pintores, en última instancia, siguen tratando de comprender la naturaleza humana. Puede ser político, formal, sensorial, sobre el color u otras cosas, pero se trata de nuestra alma.“La ironía en la pintura es que cuando intentas escapar de algo, en realidad tienes que enfrentarlo”.
Temple of Sefirot, Mimi Lauter, 2020, Óleo pastel y pastel suave sobre papel, Mural, Video cortesía de Mimi Lauter
The Temple of Sefirot, 2020(Parte de la Olivia Collection)
Los Sefirot son diez emanaciones del poder divino en la Cábala, que es la parte mística del judaísmo. No soy una persona muy religiosa, pero como artista, siento que tengo que ser una persona muy espiritual, ¿sabes? Y ciertamente soy una persona muy judía, pero tal vez más desde un punto de vista cultural y tradicional, simplemente por quién soy. Algo que realmente me emocionó de los Sefirot fue entenderlos mejor.
Si eres artista, te guste o no, vas a ser una persona bastante espiritual porque tienes que sentir mucho. O también, si eres alguien que ama experimentar el arte, no tienes que ser una persona religiosa, pero es algo que te conecta con tu alma cada vez, y deberías sentirte abrumado, deberías sentir algo, sentir. Así que, para mí, los Sefirot han sido algo emocionante de aprender porque es la parte más visual del judaísmo, para empezar. Pero además, no habla de un Dios como un ser único, sino de todos estos aspectos del ser y de la naturaleza humana.
Fue una pieza muy catártica. Era 2020. Vivo sola con mis perros y era el comienzo de la cuarentena por la pandemia. Empecé a pensar en crear este espacio seguro para mí, que se sintiera como una capilla, para tener mi pequeño, ya sabes, no tanto un lugar feliz, sino un lugar al que pudiera escapar de todo eso. La ironía en la pintura es que cuando intentas escapar de algo, en realidad tienes que enfrentarlo.




Mimi Lauter en su estudio en Los Ángeles, cortesía de la artista y Mendes Wood DM, São Paulo, Bruselas, París, Nueva York. Fotografía de Katie Shapiro
“Creo que el objetivo del arte es ser extraordinario”.
¿Qué esperas en la próxima etapa de tu trabajo?
Algo que he aprendido al mirar todo el trabajo que he hecho a lo largo de los años es que tengo la libertad de hacer lo que quiera, sin preocuparme por lo que sigue o de dónde viene. Puedo repetir algo si quiero. Puedo hacer algo completamente diferente. Lo más importante es hacer algo que quiera hacer y simplemente ser artista, en lugar de pensar hacia dónde va.
Algo de lo que siempre trato de estar consciente es de si algo es ordinario, cuando no sientes nada. Mientras trabajo, a menudo me encuentro pensando: “Vaya, es ordinario”. Ese sentido de fracaso es motivador, incluso si no es un mantra muy positivo; es real. Creo que el objetivo del arte es ser extraordinario.